Gestión de los pastos de montaña para la producción de vacuno de carne

alimentacion animal Campoastur

El pasado día 12 de mayo fui invitado por CAMPOASTUR Soc. Coop., a participar en unas Jornadas Técnicas sobre vacuno de carne. La verdad es que es una satisfacción para un ponente, especialmente en estos tiempos, el encontrarse con una sala llena de ganaderos, unos 150, muchos de ellos jóvenes ganaderos, cuando alguien va a hablar de técnica.

Voy a tratar de trascribiros, de forma resumida, el contenido de dicha charla

La introducción a la misma fue un poco llamativa, pues hacía 25 años que había estado por primera vez , dando una charla, en Cangas, para hablar de cómo romper la estacionalidad de la producción y de la oferta de carne de vacuno, charla que también la escribí. Pues bien, les dije que de poco sirvió. Así fue, algo más tarde, la otra ponente de la Jornada, María Fernández de XATA ROXA, presentó una gráfica en la que se visualizaba, que en cinco meses, entre enero y mayo, nacían el 62,5% de los terneros, mientras que en los otros siete meses nacían el resto, el 37,5%. Es decir, que en este sentido después de 25 años, nada ha cambiado, veremos en los próximos 25 qué pasa, si llegamos a ellos y quedan ganaderos.

Este hecho de la concentración de la paridera entre los meses de enero y mayo pone en evidencia, por desgracia, que no es el ganadero el que maneja el rebaño, sino que son los factores ambientales. ¿Y por qué digo esto?, Porque las vacas para parir en los meses de enero a mayo, se tienen que cubrir entre abril y agosto, es decir, cuando hay comida en los pastos y sol o luz en el ambiente. El ganadero, debiera estar para programar el manejo del rebaño y amortiguar los posibles efectos ambientales contraproducentes, y que no sea el sol o el ambiente quienes decidan, más habiendo un mercado competitivo que afecta significativamente a la rentabilidad y sostenibilidad de la actividad.

Productividad

Dicho esto y entrando en materia, lo primero que debemos tener claro es, de qué parámetros depende la productividad de un rebaño de vacas de cría:

  1. Del número de terneros que nacen por vaca en el rebaño y año.
  2. Del peso que alcanzan dichos terneros en el momento del destete y de venta.
  3. El precio de los terneros en el momento de la venta.

El primer parámetro depende fundamentalmente de la fertilidad de las vacas, la cual está condicionada por:

  • La alimentación, sobre todo la de antes del parto, que se manifiesta en el estado de carnes de la vaca en el momento del parto.
  • El estado sanitario de la vaca y del rebaño, además de la fertilidad del toro.

Este estado de carnes, es el referente principal que debe tener presente el ganadero para el manejo del la alimentación del animal, sabiendo cuál debe ser el estado óptimo en el momento del parto (Fig. 1).

Campoastur. Jornadas Técnicas sobre vacuno de carne
Campoastur. Jornadas Técnicas sobre vacuno de carne

El estado de carnes adecuado de la vaca, en el momento del parto, es aquél que al palpar y presionar sobre las apófisis transversas lumbares, que se sitúan en la parte alta de la zona del ijar, apenas se pueden identificar individualmente, estando cubiertas por una capa de músculo y grasa (Fig. 2).

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Cualquier estado menor en el recubrimiento de dichas apófisis, es decir cuando se pueden percibir sin mayor presión, los extremos de las apófisis transversas lumbares, o incluso identificarlas a la vista, (Fig. 3),

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se traduce en una aumento del número de días que va a tardar esa vaca en salir en celo después del parto , (Fig. 4).

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Es preciso señalar que la sobrealimentación, que se traduce en un estado de carnes de 3,5 ó más en la escala 1 a 5, no se refleja en ninguna mejora de resultados productivos, y sí en un coste innecesario, cuando no perjudicial.

El número de terneros nacidos, obviamente es el parámetro que más incide sobre el número de terneros vendibles, no obstante en el camino entre el nacimiento y la venta pueden darse pérdidas, que a veces llegan a ser importantes. En estas pérdidas, la mayor causa suelen ser las diarreas de los terneros, especialmente en los de paridera de invierno-primavera, porque esta paridera se produce dentro de la estabulación. Los primeros 10-15 en nacer no suelen presentar mayores problemas, si nacen bien agrupados. A medida que se alarga la paridera empiezan a aparecer los problemas de diarreas con gran incidencia y elevados costes en su tratamiento y mortalidad importante.

Es importante tener medidas higiénicas en estos lugares de paridera y recomendable que se vaya cambiando de sitio el lugar de paridera a medida que la paridera se alarga. Además de ser lugares bien ventilados o al aire libre, salvo condiciones climáticas adversas, deben ser espacios en los que se pueda mantener un buen nivel de limpieza e higiene. Sabemos que existen vacunas varias, pero su eficacia es muy variable y por lo tanto, dudosa, debido, entre otras causas, a la variabilidad o mutabilidad de los patógenos.

El segundo parámetro que afecta a la productividad, como hemos dicho, es el peso al destete, que depende fundamentalmente del ritmo de crecimiento del ternero, el cual está condicionado por el potencial genético del ternero y la producción lechera de la madre, al menos los primeros 4-6 meses. Luego estaría influenciado por la capacidad de ingestión de pasto que haya desarrollado y la disponibilidad de pasto en cantidad y calidad (Fig. 5).

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También, obviamente, por la edad, pues por cada día más de edad que tenga, su peso incrementará en cerca de 1 kg. de peso vivo diario o incluso más, dependiendo de las épocas de nacimiento y destete. Obviamente, también por la capacidad que tenga la madre de mantener una buena producción lechera, en torno a los 8 litros durante el amamantamiento del ternero. Dicha leche será un aporte nutritivo importante, aunque no vital, ya que estos terneros con 4-6 meses de edad ya han desarrollado la capacidad de ingestión de pasto y otros alimentos.

Por último estaría el precio del animal en el mercado, que depende del sexo y de las características del animal, y su destino, vida o carne, pero ello forma parte del siguiente paso a la producción, nos referimos a la comercialización, que incidirá en la rentabilidad.

Posibilidades que ofrecen las comunidades vegetales para que las vacas paran con un buen estado de carnes y que recuperen peso de forma económica durante la estación de pastoreo.

Las comunidades vegetales naturales, difieren muy significativamente en su calidad, dependiendo de las especies que las componen. Así las comunidades vegetales naturales, en las que suele haber presencia de especies herbáceas y leñosas como brezos y tojos, las posibilidades de recuperar peso están en función de la disponibilidad de las herbáceas apetecibles que haya.

Allí donde predominan los brezales, las vacas secas podrían mantener el peso y su estado de carnes por un período de tres o cuatro meses, mientras que las vacas con cría perderían medio Kg. al día y consiguientemente estado de carnes. Por lo tanto, las posibilidades que ofrecen estas comunidades vegetales para desarrollar sistemas sostenibles de vacas de cría son muy limitadas. Por ello, es recomendable la mejora de una parte de la superficie total disponible para lograr la sostenibilidad del sistema. ¿Cuánto?, Al menos un tercio de la superficie, obviamente, la mecanizable y de suelo más profundo, si la hay, para también poder obtener forraje conservado para el período de invernada. (Foto 1).

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La carga ganadera oscilaría entre 0,8 y 1,4 UGM/ha, dependiendo si podemos mejorar un tercio o dos tercios de la superficie total disponible y, obviamente, de la altitud a la que se localiza la explotación (Tabla 1). Esta condiciona el período de crecimiento del pasto y, por lo tanto, la estación de pastoreo y la posibilidad de recuperación de peso y condición corporal por parte de las vacas, para asegurar un buen estado de carnes en el momento del parto. Repetimos, aspecto al que se debe dar prioridad en el manejo del rebaño, por su efecto sobre la eficiencia reproductiva, como hemos visto.

De no poder ser así, habría que recurrir a destetes más tempranos, suplementaciones, etc. Pero insisto, debemos de tratar de buscar el ternero por vaca y año.

En las praderas dominadas por raigrás y trébol y otras herbáceas apetecibles de hoja ancha.

En estas praderas se ha observado que las vacas y sus terneros maximizan las ganancias de peso cuando la altura media del pasto disponible es de 8-10 cm. Por lo tanto, cualquier pasto con una altura superior, se traducirá en una pérdida de eficiencia en la utilización de este recurso propio y económico, que es el pasto (Fig. 5).

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Cuando la altura media es inferior a los 6 cm. en este tipo de praderas de zonas bajas-medias, las vacas con cría empezarán a movilizar reservas, pudiendo llegar a perder casi 1 kg. de peso vivo al día cuando la altura de dicho pasto se sitúa en 4 cm.. Igualmente las ganancias de los terneros se reducen casi a la mitad de su potencial.

Decisiones de manejo a adoptar

1.- Cuando la altura media de la hierba disponible es inferior a los 6 cm., es preciso tomar alguna decisión de manejo (suplementación o cambio a otra parcela con más disponibilidad de hierba), para que el estado de carnes de la vaca no se sitúe por debajo de un nivel crítico (2,5), que condicione la fertilidad y productividad del ciclo siguiente.

Igualmente, las ganancias del ternero podrán estar limitadas y resulta acertado suplementarlas con 1,5 kg. de concentrado a base de cebada, cuando la altura de la hierba es inferior a 6 cm., incrementando a 3 kg. cuando se sitúa en los 4 cm., para luego destetar y proceder al acabado de los mismos, que habrán adaptado su organismo al consumo de pienso.

2.-  Solo cuando el estado de carnes de la vaca es de más de 3 se podría mantener durante un tiempo , limitado por el estado de carnes de 2,5. Aún así la producción de leche y las ganancias de los terneros de más edad, superior a 5-6 meses se podría ver limitada por la menor disponibilidad y calidad del pasto, que afectaría sobre la ingestión.

Sistemas valle-puerto o transtermitantes

Como hemos mencionado antes, las comunidades vegetales naturales de los puertos de montaña, pueden diferir muy significativamente en cuanto a sus componentes. Aquellas dominadas por especies herbáceas apetecibles de hoja ancha, pueden contribuir muy significativamente a alargar la estación de pastoreo, en aquellas zonas donde el acceso a las mismas no sea más costoso que el beneficio que puedan obtener por dicho aprovechamiento. A su vez, el pastoreo de estas comunidades vegetales naturales supone un freno a la invasión por matorral, y por lo tanto una reducción en el riesgo de incendio e intensidad de este.

La utilización de estas comunidades vegetales tiene efectos significativos también en el mantenimiento de mayores índices de biodiversidad, y por lo que acorde a los mismos, se deberían establecer los criterios del «pago verde», para que dicho pago pueda hacerse con objetividad, basada en conocimientos técnicos.

Interacción: Genotipo X Ambiente

El conocimiento y la interpretación de esta interacción es fundamental para el desarrollo de sistemas sostenibles en el amplio contexto de sostenibilidad (económica y ambiental). En este sentido trato de aclarar que un medio pobre o limitado de recursos nutritivos, es más sostenible un animal de menor tamaño y de menores necesidades absolutas, por ejemplo la casina, mientras que en un territorio de abundantes recursos apetecibles, el animal de gran tamaño, con mayor capacidad e ingestión absoluta podrá producir más.

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Las Figuras 6 y 7, representan este hecho diferencial entre especies y entre razas, dentro de una misma especie. Un ejemplo claro es el de los tipos de maquinaria o equipos que se utilizan para sacar la madera del monte a un cargadero y el trailer que lleva la madera desde el cargadero a su destino. Es decir, buscando siempre la herramienta adecuada en función de las condiciones del medio en que se va a realizar o desarrollar su actividad productiva. A mayores, estaría la formación del maquinista, es decir del ganadero para manejar adecuadamente esos medios.

Por último, señalar que la disponibilidad de zonas con brezales, además del pasto mejorado contribuye positivamente en satisfacer determinados requerimientos nutritivos (fibras, oligoelementos, etc.), que no podrían ser cubiertos solo con pastos mejorados de raigrás y trébol.

Se ha comprobado que los brezales contienen taninos condensados que actúan como antihelmínticos, reduciendo significativamente las cargas parasitarias que presentan los animales que tienen disponibles zonas de brezal-tojal (Fig. 8), y por lo tanto las necesidades de tratamientos parasitarios con productos químicos.

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Conclusión

En definitiva, lo importante es tener los conocimientos, saber los por qué y aplicarlos. Las recetas a los complejos sistemas agroalimentarios no existen, cada explotación es un caso, y la base está en los conocimientos por parte del ganadero, en cuanto al potencial de los recursos que dispone, capacidades y condiciones de mercado. En todo ello, la integración de medios, recursos y conocimientos, reflejada en el cooperativismo, resulta esencial para mejorar eficacias, eficiencias y rentabilidades.