La coccidiosis bovina es una enfermedad parasitaria contagiosa muy frecuente que afecta a terneros en todo el mundo. Esta enfermedad, relacionada con los regímenes intensivos y la falta de higiene, provoca diarrea mucoide y hemorrágica, en su forma aguda, y signos poco aparentes en su forma subclínica. Ambas formas resultarán en una considerable pérdida productiva y económica tanto en vacuno de leche como vacuno de carne.
Los coccidios son protozoos del género Eimeria (E.bovis y E zuernii en bovinos). Estos pequeños parásitos se alojan en el interior de las células intestinales y causan una destrucción de células y tejidos del tracto gastrointestinal. Este daño del intestino interfiere en gran medida con la absorción de nutrientes, ocasionando una reducción de la eficiencia alimentaria y de la ganancia media diaria.
Epidemiología
La coccidiosis se transmite mediante la ingestión de ooquistes esporulados, procedentes del alimento, el agua o los pastos contaminados, o bien los animales lo pueden adquirir al lamer el pelaje contaminado y tras un periodo de incubación de unos 12-22 días, aparecen los primeros signos de enfermedad. Los animales más afectados son los de 3 semanas a 6 meses de de edad, pudiendo aparecer hasta los 2 años de edad. Los adultos no sufren la enfermedad, permaneciendo como portadores asintomáticos y siendo una fuente de infección para los animales jóvenes.
Los coccidios son parásitos bastante resistentes a los desinfectantes, soportan un amplio rango de temperaturas y favorece su esporulación la elevada humedad característica de nuestra zona.
Signos clínicos
Los signos de la enfermedad aguda son anorexia, pérdida de peso con diarrea mucoide y hemorrágica o diarrea fétida no hemorrágica. En los casos severos, las heces son líquidas, sanguinolentas y pueden contener restos de mucosa intestinal. Los animales pueden presentar pérdida del apetito, deshidratación, debilidad, intentos continuos de defecar (llegando incluso al prolapso rectal) o signos de alteraciones nerviosas. El curso clínico de la coccidiosis varía de 4 a 14 días y en ausencia de tratamiento la tasa de mortalidad puede llegar hasta el 24% en brotes severos, siendo frecuente la aparición de otras complicaciones como neumonías o diarreas de origen vírico o bacteriano que contribuyen también elevar la mortalidad. Los animales que se recuperan de las infecciones severas sufrirán pérdidas permanentes de producción dando lugar a animales poco rentables para la explotación.
Se ha calculado que solamente 5% de los animales infectados muestra los signos clínicos de la coccidiosis. El 95% restante presenta la coccidiosis subclínica, que no presenta signos clínicos o éstos son poco aparentes (mal aspecto del pelaje, apetito caprichoso, heces blandas…) y a menudo pasa desapercibida, sin embargo el daño intestinal está presente y las mermas de crecimiento son importantes.
El nivel de infección y por tanto la aparición de signos clínicos dependen en gran medida de la cantidad de ooquistes ingeridos, la densidad de los lotes de terneros junto con la falta de higiene y del estrés de los animales.
Tratamiento y control
Existen numerosos tratamientos para la coccidiosis (sulfonamidas, clopidol, decoquinato, salinomicina o las triazinonas como el diclazurilo o el toltrazurilo, etc.), bien es cierto que la eliminación completa del protozoo no es posible y cada tipo de tratamiento actúa en una etapa específica del ciclo vital del parásito. Una dificultad añadida de gran importancia para el tratamiento de la coccidiosis clínica es que los signos que la caracterizan no aparecen hasta que el ciclo de vida casi ha concluido y ya para ese momento el intestino puede estar severamente dañado.
Por ello la estrategia más eficaz es la identificación (sencilla, enviando muestras al laboratorio de heces en lotes de terneros entre 1- 6 meses) seguida del tratamiento preventivo. Una opción son las Triazinonas, siendo una buena elección el Toltrazurilo, que además de actuar sobre todas las fases del ciclo del protozoo, mantiene una carga parasitaria baja para permitir el desarrollo de inmunidad del animal. Este fármaco se aplica en dosis única por vía oral entre los 15 días y las 3 semanas de vida (etapa de mayor riesgo de infección).
Aparte del tratamiento son muy importantes las medidas del manejo dirigidas a la mejora de la higiene (cama seca y limpia, comederos y bebederos altos, desinfección entre lotes), reducción del estrés (en especial el hacinamiento de los animales), evitar el contacto de los jóvenes con heces de las adultas.