La regulación de la vecería en manzano de sidra

En el cultivo del manzano de sidra en Asturias, se conoce como vecería, a la alternancia de años de fuertes cosechas con otros de producción escasa o nula (una vez sí, otra vez no). Este fenómeno ocurre a nivel de plantación, pero también sucede en el conjunto de la región generando problemas en la comercialización en los años impares y de abastecimiento de los llagares en los pares. El hecho de que en Asturias esté tan acentuada en el manzano de sidra responde principalmente a la falta de cuidados que recibían las pomaradas tradicionales. Actualmente la profesionalización de los productores tiene en el control de la vecería uno de sus mayores retos.

Origen y causas

La inducción floral es el proceso regulado por hormonas vegetales en el cual el propio manzano decide que una yema sea para flor o para madera. La inducción floral tiene lugar en el manzano a finales de primavera, primeros de verano cuando el manzano se encuentra en post cuajado, con más o menos carga de frutos del tamaño de avellanas o nueces o mayores.

Causa hormonal. Existen unas hormonas vegetales segregadas por las pepitas de las manzanas que impiden la formación de yemas de flor, por lo tanto las yemas en presencia de estas hormonas evolucionaran mayoritariamente a yemas de madera. A más número de manzanas en junio, (exceso de número de manzanas), más pepitas segregando hormonas y por tanto menos flor o ninguna para el año siguiente, es una cuestión de numero de manzanas no de kilos.

Causa nutricional El manzano como frutal de hoja caduca florece a principios de primavera – sin hoja – utilizando para ello las reservas acumuladas del año anterior, si el año anterior hubo exceso de cosecha este no tendrá reservas suficientes para mantener una floración abundante y vigorosa. En el manzano de sidra en Asturias esta situación se agrava por lo tardío de la recolección de algunas variedades, no dando tiempo al frutal a generar reserva alguna para la floración del año siguiente.
Problemas asociados a la sobrecarga de fruto
Aparte de los problemas asociados a la comercialización del fruto y el abastecimiento del sector transformador, existen otros inconvenientes para el productor de manzana.
Los principales son mecánicos, roturas y caídas de árboles ya que el exceso de fruto a nivel de plantación provoca rotura de ramas desde finales de verano a principios de otoño e incluso perdida del sistema de formación de los manzanos. En plantaciones con un anclaje deficiente de los árboles, ya sea por la presencia de roedores o por tener el terreno una textura demasiado ligera, el exceso de peso en las copas aumenta los problemas de vuelco, especialmente cuando la plantación está en un lugar expuesto al viento.
La sobrecarga aumenta el porcentaje de fruto que cae al suelo antes de llegar a la madurez – manzana del sapu- e implica un tamaño medio del fruto mucho menor lo que supone, por ambas razones, un mayor coste en la recogida.
Influye, como está documentado, en la calidad de la manzana dando esta menos contenido en azúcar y polifenoles

Soluciones

 

  • La poda. Medida indirecta. Es la primera de las actuaciones que nos ayudarán a evitar la sobrecarga., El año que toca dar manzana debemos realizar una poda más severa de lo habitual, que nos permita eliminar buena parte de las ramas con exceso de yemas de flor. Distinguir estas yemas de las de madera es algo que nos ayudará mucho en este propósito.
  • El abonado . Medida indirecta. Para evitar o atenuar el estrés nutricional los años en los que se ha tenido un buen cuajado resulta muy interesante reforzar el abonado en las semanas posteriores a éste abonado post floración. Con ello conseguiremos en cierta manera fuerza suficiente para el desarrollo del fruto y el vegetativo del árbol.
  • El aclareo. Las técnicas de aclareo consisten en quitar flor o frutos cuando son de pequeño tamaño – una avellana- En Asturias por las condiciones meteorológicas de la primavera (lluvias persistentes, neblinas, frio, etc.) adversas a la polinización, el buen cuajado siempre está en juicio, por lo que parece más prudente utilizar mejor el aclareo de frutos en post-cuajado cuando se vea necesario. Con el aclareo de frutos no disminuye a cosecha significativamente el año que se realiza, no se pretende disminuir cosecha de manzana. Se tira un porcentaje de frutos cuando estos son del tamaño de una avellana y los que quedan engordan más, al final pesan semejante. Recordemos que la manzana de sidra se vende por kilos, no por docenas y en cambio al año siguiente si hay retorno de fructificación que es lo que se pretende, y en consecuencia tendremos cosecha para satisfacer el mercado todos los años.

Solución: aclareo con fitoreguladores.

En plantaciones de cierta dimensión y sobre todo con árboles adultos de cierto tamaño se utiliza el aclareo con fitoreguladores , dejando el aclareo manual que funciona muy bien relegado a situaciones no profesionales por inviable, debido a la gran cantidad de mano de obra que requiere.
Este tipo de aclareo viene utilizándose en todo el mundo en manzano de mesa desde los años 60 del siglo XX, en manzana de mesa a parte de las regularización de cosechas tienen el problema del calibre comercial de la fruta y se ven doblemente obligados a utilizar esta técnica. Se utilizaron diversos productos que todos ellos funcionaban, estos fueron evolucionando con el tiempo, actualmente se están desarrollando con éxito en todo el mundo combinaciones de tratamientos a base de ANA, Benziladenina, etefón, y giberelinas que permitan la regulación de la producción en las distintas variedades de manzano.
En nuestra región, Campoastur ha venido realizando un esfuerzo notable en los últimos años tanto en investigación como en promoción de estas nuevas herramientas gracias al apoyo económico de Caja Rural de Gijón, fruto de estas investigaciones evaluando la respuesta de nuestras variedades y en nuestro clima, se empiezan a conseguirse resultados satisfactorios.
Principio de prudencia: no obstante, por el funcionamiento de este tipo de productos se requiere del asesoramiento técnico ya que dependiendo de la carga de manzana o flor, el tamaño de la fruta, del árbol y la variedad, entre otros factores hay que fijar la dosis y el producto a emplear.