Manejando las Vacas Secas: Dietas de baja energía

La lactancia se inicia con el secado. Si los lotes de vacas secas y de recría de novillas de la granja funcionan, tener por seguro que ya tenemos mucho avanzado para que nos funcione el lote de lactación y nuestra granja. Nuestras futuras madres serán buenas productoras y nuestras lactaciones exitosas y la leche de mayor calidad además de tener menor desecho de animales involuntario lo que nos llevará a una rentabilidad óptima.

El manejo deficitario de las vacas secas en cuanto a nutrición y alojamiento trae consigo una disminución de la producción de leche y fertilidad de los animales.

Nutrición de la vaca seca

En el último tercio de gestación, el feto gana el 60% de su peso total, con lo que los requerimientos de nutrientes de la vaca seca se deben principalmente a las demandas del ternero, las necesidades de la vaca pasan a un segundo término. El ternero requiere glucosa como fuente de energía y aminoácidos para su crecimiento. Estos deben ser transferidos por la madre a través de la barrera fetal. Por lo que debe de haber una adecuada nutrición en vitaminas y minerales, (especialmente vitamina E como refuerzo de la función inmunitaria y exquisito cuidado en el equilibrio de minerales de cara a las hipocalcemias y otras necesidades específicas de este período) especialmente vitamina A y E. Minerales: calcio, magnesio, zinc y selenio.

Por lo consecuente debemos suministrar corrector de vacas secas o pienso de vacas secas o mezcla de vacas secas y novillas. Si suministramos los piensos formulados para este periodo además de conseguir los minerales y vitaminas llegaremos al 14 % mínimo de almidón que requerimos en este periodo.

La vaca debe permanecer de 45 a 60 días seca. Al principio del secado suministraremos 2 Kg (a 4 kg según los forrajes) por vaca y día, los últimos 21 días iremos incrementando la cantidad de pienso hasta que en el momento del parto coman entre 5 y 6 Kg de pienso de secas al día.

Si se nos ocurre, 3 semanas antes del parto, suministrar minerales por lo general no compensan la falta de minerales no suministrados durante la totalidad del período, y si nos pasamos de dosis puede resultar igual de nefasto.

 

En este período es especialmente crítico el equilibrio mineral, por lo que en el caso de suplementar no debemos de hacerlo sin la previa consulta de un especialista o técnico en nutrición. El Zinc y el selenio están directamente correlacionados con el sistema inmune al igual que con las enfermedades de la metritis y la mamitis.

En la alimentación de la vaca seca, frecuentemente nos encontramos con silos mal conservados, cargados de mohos y Micotoxinas. Este mal manejo nos lleva a serios problemas en el postparto, con vacas previamente inmunodeprimidas y además con baja ingesta. Es difícil encontrar un destino a estos forrajes dañinos, pero en las vacas secas son incluso más dañinos que en las vacas de leche.

Durante los últimos años se ha puesto mucho énfasis en la importancia de aumentar la ingesta de Materia Seca asegurando una aportación adecuada de Energía y evitando posibles enfermedades como el hígado graso.

Después de muchos estudios ahora se ofrece una dieta única de vaca seca y preparto para obtener una ingesta uniforme y evitar diferencias de consumo del principio del secado al preparto, evitar que al final del secado exista una depresión de ingesta previa al parto.